Dejamos en remojo los garbanzos durante 24h. Transcurrido ese tiempo, escurrimos y secamos muy bien, para que no quede ningún rastro de agua.
En la licuadora colocamos los garbanzos, la cebolla, el cilantro, el ajo, el perejil y el comino. Trituramos muy bien, agregamos la levadura química, salpimentamos y añadimos una parte de la harina de garbanzos y reservamos dos cucharadas para después.
Una vez lista, guardamos la masa en la refrigeradora por 30 minutos.
En un plato plano colocamos el resto de la harina de garbanzos y sobre ella colocamos las bolitas que vayamos formando con la masa del garbanzo.
Calentamos en un sartén abundante aceite y las freímos hasta dorar por ambos lados.
¡Y listo! Podemos acompañarlas con tortillas palmeadas con Maseca y ensalada.